"La importancia de contar con un Protocolo de actuación y resolución de conflictos a la medida de cada Familia Empresaria"
La familia se reunió el domingo en casa de Juan con picadita, asadito y café. Sin embargo, una vez más, se armó la eterna discusión entre Juan y Rodrigo por el pago de los sueldos en la Empresa Familiar… Fin de semana con un clásico cierre amargo para toda la familia..!
El martes, en plena reunión de Directorio, Rodrigo conversa con Juan acerca de la enfermedad de mamá..! Otro clásico de los Directorios de las Empresas Familiares..!
Cuántas situaciones como estas se viven constantemente en las Familias empresarias? Cómo se logra una diferenciación clara de ámbitos de actuación cuando quienes detentan cargos directivos en la Empresa Familiar, son las mismas personas que comparten “el asado del domingo” y tantas otras actividades en familia?
Es imposible sostener conductas bien definidas en las que jamás se superpongan uno y otro ámbito pero sí es posible -más aun, esencial- acordar un Protocolo de Actuación destinado a:
Enumerar los valores de la familia que deben ser respetados en la Empresa Familiar
Establecer las políticas de participación de la familia en la Empresa
Diferenciar los órganos de Gobierno de la familia y de la Empresa
Enunciar los mecanismos de resolución de conflictos entre propietarios de la Empresa y sus familias
Definir lugares específicos y momentos de reunión para la toma de decisiones
Indicar la existencia de políticas de planificación sucesoria en la Empresa Familiar
Ello constituye la clave de cualquier Empresa Familiar y la salud de cualquier Familia Empresaria. Porque es tan importante el “asado del domingo” para la familia, como un Acta de Directorio que vuelque decisiones concretas y evaluadas para el progreso de la Empresa Familiar.
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